Soltar el EGO (LET GO OF YOUR EGO)

por | Nov 1, 2019 | Liderazgo | 12 Comentarios

Hace algún tiempo escuchaba a Brene Brown en una charla llamada el poder de la vulnerabilidad”, las cual es muy divertida y constructiva, donde nos comparte una visión muy profunda de su investigación que la llevó a una búsqueda personal para conocerse a sí misma y a la humanidad. Y mientras la escuchaba hablar de vulnerabilidad, me preguntaba ¿qué tan vulnerable me muestro ante el mundo?, y al buscar la respuesta me conecté con una frase que venía a mi mente siempre que deseaba lanzarme al ruedo “Me da vergüenza mostrarme vulnerable, si me expongo y me equivoco me van a ver débil, pierdo valor y credibilidad”, sentía que destruía mi EGO. 

“Cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta cuanto menos encarnada se halle en nuestra vida consciente. Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestras mejores intenciones”. Carl Jung 

La sombra es todo aquello que rechazamos de nuestro carácter y personalidad, son esas cualidades que no aceptamos de nosotros mismos, como la agresividad, la vergüenza, el exponernos, la culpa y el sufrimiento porque lo consideramos negativo; el ser inconscientes de nuestras sombras nos impide acceder a nuestra propia humanidad. 

Estas sobras inconscientes co crean un yo consciente y socialmente correcto representado por nuestro Ego, y es así como nuestras sombras alimentan nuestro EGO y nos alejan cada día más de ser auténticos y valiente para reconocernos, aceptarnos y potenciarnos desde lo que realmente somos. 

Jung y B. Brown llegan a lo mismo, la vergüenza, cualidad que hacía que para mí fuera más seductor quedarme sentada en las gradas “fuera del ruedo”, porque allí en mi zona de confort era perfecta, bueno eso era lo que yo creía, y nunca sucedía. Desde mi ignorancia o desde la incompetencia inconsciente “no sabía que no sabía” que la vulnerabilidad no es sinónimo de debilidad, ni pérdida de valor, eso lo entiendo ahora después de mucho tiempo. 

Sigo haciendo un pare en mi vida, para continuar aprendiendo, mirando hacia adentro y explorando un poco más sobre mis sombras, ¿qué creencias, supuestos y experiencias las refuerzan?, llegando miles de preguntas, como, ¿qué tanto me conozco a mi misma? ¿qué tan valiente he sido realmente?, ¿de qué me he perdido por vergüenza a equivocarme?; fue una conversación muy dolorosa…., que tomó tiempo, para por fin lograr entender lo que dice Brene Brown, que “Vulnerabilidad es la medida más precisa de la Valentía”, desde ese entender me permití pasar a una etapa de Incompetencia Consciente, “donde me di cuenta que no sabía” y empecé a desaprender para aprender a incorporar una visión más genuina, humilde y valiente en mi vida desde la vulnerabilidad y la confianza; y hacer uso de ese inmenso potencial positivo descubierto en las sombras, que cada día me abre puertas a un sinfín de posibilidades para hacer realidad mis sueños. 

“Vulnerabilidad es la medida más precisa de la Valentía”. Brene Brown

Desde esa apertura de desaprender para aprender y ver el mundo desde otra perspectiva, me di cuenta que si me muestro desde mi vulnerabilidad fortalezco mi confianza y viceversa, variables que aparentemente parecen inversas se convierten en variables directamente proporcionales. 

Hace varios años en mi formación inicial como Coach Profesional de Esencia, en el primer taller me invitaron a presentarme expresando quien era, no desde lo que tengo, como estudios, certificados, sino desde mi esencia, representándolo metafóricamente; vaya invitación tan difícil la que me hicieron, en definitiva es más fácil describir a otros, como dice el dicho, “vemos la paja en el ojo ajeno, y no vemos la viga en el nuestro”, cuantos dones, talentos, capacidades y habilidades tenemos, y nos cuesta tanto verlas por que las tapamos con nuestras sombras, me costó un poco por no decir mucho, y al final después de tanto pensar, logré identificar algunas de mis virtudes y sombras, y una metáfora “la tortuga”, y empecé a describirla, dicen que la tortuga es muy inteligente, es lenta y tiene una caparazón o coraza que la protege, la hace ver perfecta y la oculta del peligro; y al describir la metáfora no era más que una descripción propia, entendí que mi coraza era para ocultar mi vulnerabilidad, para ocultar mis sombras, para no sentir vergüenza al equivocarme, y también para ocultarme del mundo cuando algo no me salía como esperaba, allí me ocultaba a darme látigos y a sufrir en silencio porque desde mi EGO debía ser perfecta, y desde esa visión no había aprendizaje, no había empatía, solo había miedo y vergüenza. 

Ahora desde otro nivel de consciencia “competencia consciente”, podría decirse mas evolucionado, puedo compartirles una experiencia de vergüenza que me consumía, que me hizo ocultarme, llenarme de miedo y paralizarme por un tiempo en mi vida, fue el recibir críticas o papeles desde la grada, cuando estaba en el ruedo parada frente a un público, si me lance al ruedo con miedo, con pasión, y con mi EGO que era más grande que yo, desde ese EGO solo me permitía recibir comentarios positivos, y lo negativo si llegaba me enviaba al retrete, yo no podía equivocarme, y mucho menos mostrarme débil, ¿dónde estaba la confianza?. Desde mi EGO me mostraba fuerte y algunas veces dura ante el mundo, me generaba daño con mis actos desde esa incompetencia inconsciente, y la vida me mostró que lo que yo llamaba valentía, coraje, liderazgo, no era más que vivir desde el egoísmo, desde un yoismo que me impedía ser autentica, genuina, empática, sistémica y por ende ser feliz. 

A partir de entonces comprendí que si quería seguir creciendo, aprendiendo, evolucionando, y vivir desde mi propósito de vida, lo primero que debía hacer era soltar el EGO (LET GO OF YOUR EGO), reconociendo el potencial positivo oculto en mis sombras, para abrirme puertas a un océano de posibilidades que hicieran viable la materialización de mis sueños. 

Fue un desaprender para permitirme aprender cada día, y por fin perder el miedo a fracasar, a equivocarme, a decir no sé, a salir de mi zona de confort, a confrontar sensaciones negativas como la timidez, la pena, el miedo, la vergüenza, y lo más importante dejaría de poner mi valía en lo externo, en las cosas materiales, dejando de ser un títere de la sociedad y el consumismo. 

Hoy me considero un ser más valiente, me dejo ver con sinceridad, hoy es más fácil reconocerme y entender que mi verdad es solo mi verdad, que mis creencias me hacen percibir el mundo de colores o de grises, que mis sombras hacen parte de mí, debo reconocerlas y aceptarlas para ser libre, y que mis creencias puedo modificarlas o cambiarlas cuando sienta que éstas me están impidiendo ser lo que quiero ser. 

Hoy sigue apareciendo el EGO, simplemente que no lo ignoro, lo observo y le pregunto ¿a qué has venido?, ¿qué tienes allí guardado que quieres mostrarme?, ¿cómo puedes ayudarme desde la humildad y empatía a lograr lo que quiero? Y algunas veces llega disfrazado y hay que estar muy atentos. 

El final de éste articulo quiero convertirlo en una apertura del siguiente, y por eso les comparto un dato interesante referenciado en el libro de Yuval Noah Harari Homo Deus, estamos viviendo el siglo en el que la humanidad ha evolucionado más rápidamente, donde tiene más lujos, más posibilidades, y también viviendo un hito de la historia de la humanidad, donde el hombre está más inconforme consigo mismo, y donde los índices de suicidio son los más alto en la historia de la humanidad, ósea en la actualidad mueren más personas en el mundo por suicidio de por guerras o enfermedades ¿Qué nos dice esto?, ¿será que la vergüenza y el EGO juegan un papel importante en éstos suicidios?, Brene Brawn nos dice conforme a su investigación que hay una correlación entre vergüenza con adicción, depresión, violencia, agresión, intimidación, suicidio y trastornos alimentarios. 

Y  como todos los venenos tienen su antídoto, la invitación es que nos tomemos el antídoto contra la vergüenza y el EGO, tomemos “empatía y humildad”.

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